miércoles, 30 de marzo de 2016

Praga: Romance en Bohemia

Praga es una de las ciudades más románticas del mundo. Siendo la capital de la república Checa y patrimonio de la humanidad, ella descansa serena en las riberas del río Moldavia, albergando a un millón doscientos mil almas pacientes, desde su fundación hace miles de años. Por esto seguramente Mozart, Beethoven, Apollinaire, Tchaikovskij, Dostoievski y Rodin amaban Praga y se inspiraron respirando su aire sensible, para afirmar su genio creativo y legarnos tantas muestras de arte.
Al llegar a Praga debe visitar primero el Ayuntamiento de Praga, que es un bello edificio gótico construido en el año de 1.338. Siéntese en un café de la plaza y espere que sea la hora en punto, para deleitarse con un espectáculo mecánico de las figuras de los doce apóstoles, saliendo de la torre para desfilar por turnos mientras anunciaban la hora. Luego camine por todo el centro de Praga, y métase en las pequeñas tiendas para comprar irresistibles recuerdos de piedras de granate “sangre de pichón”, que son mundialmente célebres por su espléndido color rojo intenso. Las piedras de ámbar también son increíblemente bellas en Praga, y se venden a un precio muy correcto.
Luego tome un taxi del hotel para visitar el Castillo de Praga. El Castillo de Praga no es un simple castillo, sino un enorme complejo de construcciones que tienen más de mil años vigilando la vida de Praga, desde lo alto de una colina alegre y brillante. Originalmente se construyó como residencia de los reyes checos, pero después fue creciendo a través de los años. La vista desde aquí es hermosa, las callecitas parecen sacadas de un cuento infantil, la catedral de San Vito es impresionante, la torre de la pólvora es una bella muestra del arte gótico. Todavía funciona en uno de los edificios del complejo, el despacho del presidente de la república Checa.
Puede pasar toda la tarde visitando el Palacio Real, la basílica de San Jorge y paseando por la callejuela del oro, donde vivió Franz Kafka. Luego baje por una suave escalinata hacia el río Moldavia, y regálese con una vista espectacular sobre el “Puente de Carlos”, el puente más célebre de Praga. A un costado del puente, al borde del río, hay un barrio con unas tienditas que parecen la decoración de una obra teatral como cuento de hadas.
Antes de salir de este barrio, no deje de visitar al milagroso Niño Jesús de Praga, que vino de España en 1.556 y se exhibe en la iglesia de María de La Victoria, junto al monasterio de las Carmelitas. Este niño Jesús tiene unos cincuenta vestidos, pero el más hermoso con manto de piel de armiño, lo exhibe el primer domingo después de la Pascua. Desde allí camine al Puente de Carlos, construido en el año de 1.342 por Carlos IV, luego de la destrucción del puente Judith por una inundación. Este es uno de los símbolos más famosos de Praga. Sus 30 esculturas de Santos en ambos bordes de la orilla, lo hacen único en el mundo. Las dos torres que marcan la entrada y la salida de la pasarela peatonal, son sencillamente espectaculares. Observar el río Moldavia desde aquí y pastorear el tiempo, mientras los turistas caminan lentos mientras toman fotos, es una de las delicias de Praga.
Vuelva a su hotel y luego de una ducha revitalizadora, vaya a cenar en el restaurante Sarah Bernhardt del Hotel Pariz. La decoración Art Nouveau es impresionante, y la comida sensacional. Se sentirá como protagonista de un filme romántico de principios del siglo pasado. Le fascinará estar con su pareja tomados de las manos y del alma aquí en Praga, una de las ciudades más románticas del mundo.
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Ruta artesanal de Lara

Uno de los estados que ofrece mayor variedad de muestras artesanales de altísima calidad, es el estado Lara. Parece que la tierra tan especial que allí se encuentra y los colores de sus paisajes, inspiran a las manos benditas de cientos de mujeres y hombres que se dedican con amor a trabajar los materiales nobles, para convertirlos en piezas únicas que usted puede adquirir cómodamente, al tomar un circuito turístico por el estado, pensado especialmente para su deleite.
Usted apreciará mejor que nadie los matices de los tejidos hechos a mano en los talleres artesanales del pueblito de Tintorero, tanto como las frutas labradas en madera con calidad de exportación, fabricadas por los artesanos del poblado de Guadalupe. También probará un dulce criollo único, elaborado por una suave mujer de El Cerrito, en Sanare y además podrá comprar hermosas piezas de cerámica en el Mercado Artesanal de Quíbor.
Esta experiencia será un regalo para su alma, pero también para su cuerpo porque puede estar alojado en las mejores posadas del estado, para que su visita sea inolvidable. Le recomiendo comenzar en Barquisimeto, capital del estado, y dirigirse al pueblito de Agua Viva, en las afueras de la ciudad. Allí la Cooperativa de Artesanos agrupa a más de veinte hombres y mujeres dedicados a laborar con esmero los materiales de la naturaleza, para convertirlos en piezas únicas que adornarán su casa como un recuerdo bello para toda la vida. En este pueblo podemos mencionar los talleres de cerámica y gres, de cuero, hierro forjado, carpintería artesanal, instrumentos musicales, marquetería, talla, madera pintada, juegos didácticos, pintura, orfebrería, papel artesanal, tejidos y muñequería y hasta vidrio laminado.
Muy cerca de Barquisimeto también, en las Cumbres del Manzano, se encuentra un artesano excepcional llamado Carlos Leal, teléfono: (0416) 850.50.88, quien vive en una granja con su bella familia y elabora unos juguetes de madera antiguos enormes y preciosos. Además, su esposa prepara un jugo de semeruco delicioso.
Después vaya al pueblo de Tintorero, a unos 18 kilómetros de Barquisimeto que se convertirán en media hora de camino, para que compruebe la calidad de los tejidos artesanales hechos allí. El color de las telas es tan brillante, que uno reconoce enseguida la tinta y el origen de los hilos. Compre una hamaca, una cobija, unos manteles, o individuales para la mesa. La tradición artesanal del pueblo se mantiene viva en sus telares, donde la destreza de sus pobladores se une a la creatividad y produce piezas fantásticas.
Quíbor es otro punto de referencia obligado de la artesanía del estado Lara. Queda a 35 kilómetros de Barquisimeto y la enorme figura de barro que marca la entrada al pueblo, indica al visitante lo que va a encontrar allí. Comience con una parada en el Mercado Artesanal La Tinaja. Aquí le recomiendo que compre una pieza de cerámica, se tome un jugo y luego vaya a la iglesia de Nuestra señora de Altagracia que es hermosa. Visite el Museo Antropológico Francisco Tamayo, un tesoro que fue fundado donde había un cementerio indígena, y alberga muestras únicas de cerámica, restos óseos autóctonos y piezas de caracol con miles de años de antigüedad. Atravesando Quíbor, va a salir a una carretera por detrás, que le va a conducir a Guadalupe, un pueblito con una iglesia preciosa. Allí va a encontrar unos talleres artesanales donde trabajan la madera en una forma única en Venezuela. Las figuras de frutas que hacen en Guadalupe tienen calidad de exportación y son como una marca especial, reconocible en cualquier lugar del mundo. De verdad pudieran estar en cualquier casa adornando con hermosura los espacios, y recordando que los artesanos de Lara están entre los mejores del mundo.
Para alojarse le recomiendo la posada El Encanto en Sanare donde Manuel Saavedra y su familia le atenderán con el mejor servicio que usted se puede imaginar. Cada detalle de anfitrión, el buen gusto en la decoración y la felicidad de las sonrisas sinceras, se asoman por todos los rincones de El Encanto convirtiéndola en la posada perfecta, siempre protegida por la estatua de un unicornio blanco, que parece mirar a los valles lejanos desde el tope de una hermosa colina. Sector La Matica de Sanare, estado Lara. Teléfono: (0253) 514.56.50, www.circuitodelaexcelencia.com. Otra muy buena opción es la posada Alto Viento, en las Lomas de Cubiro. La piedra y la madera de la posada están rodeadas de jardines en una loma muy verde, con un clima fresquísimo ideal para el romanticismo y el descanso. Al pasar Lomas de Cubiro, estado Lara. Teléfono: (0253) 514.80.93, www.circuitodelaexcelencia.com. La novedad en el alojamiento de la zona es la estancia Altos de Veracruz, en Sanare. La arquitectura de esta posada invita a la tranquilidad, al reposo y a la meditación. El lugar es mágico, las instalaciones magníficas, la vista excepcional y el personal muy amable. Carretera Sanare al Parque Nacional Yacambú. Teléfono: (0253) 514.40.40 , www.circuitodelaexcelencia.com. alvaromont@gmail.com

domingo, 20 de marzo de 2016

Puerto Ayacucho

Puerto Ayacucho: Ir a Puerto Ayacucho es una de las experiencias más interesantes que uno puede tener en Venezuela. Esta es una tierra mágica que nos muestra su hechizo, desde que uno se aproxima al estado Amazonas.

Puerto Ayacucho es la capital de estado más (...)

martes, 15 de marzo de 2016

Puerto Ayacucho: Tierra mágica de nuestras selvas

Ir a Puerto Ayacucho es una de las experiencias más interesantes que uno puede tener en Venezuela. Esta es una tierra mágica que nos muestra su hechizo, desde que uno se aproxima al estado Amazonas. Puerto Ayacucho es la capital de estado más joven que existe en Venezuela. Fue fundada apenas en 1.924 y cuatro años después la convirtieron en capital del territorio. Es que estas selvas eran muy violentas y la capital anterior, San Fernando de Atabapo, quedaba muy lejos y había que atravesar los raudales de Atures y Maipures para poder llegar a ella.
Cuentan que más de treinta gobernadores perdieron la vida en Amazonas entre los años de 1.831 y 1.902. Tomás Funes: “El Terror del Amazonas”, fue dueño de estos territorios cuando el caucho y el balatá eran los principales motores económicos de estas selvas. Al final, murió fusilado en la Plaza Bolívar de San Fernando de Atabapo, por el guerrillero anti-gomecista Arévalo Cedeño. Estas tierras son tan interesantes que en 1.800 el explorador alemán Alejandro Humboldt exploró toda la zona, para documentar la unión natural de las dos cuencas hidrográficas más importantes de Suramérica, la río Amazonas y la del Orinoco por medio del Brazo Casiquiare, única en el mundo. El investigador Agustín Codazzi también vino a Amazonas en 1.837, para reconocer esta geografía tan especial que todavía hoy en día nos asombra.
Cuentan que más de treinta gobernadores perdieron la vida en Amazonas entre los años de 1.831 y 1.902. Tomás Funes: “El Terror del Amazonas”, fue dueño de estos territorios cuando el caucho y el balatá eran los principales motores económicos de estas selvas. Al final, murió fusilado en la Plaza Bolívar de San Fernando de Atabapo, por el guerrillero anti-gomecista Arévalo Cedeño. Apenas usted llegue a Puerto Ayacucho, deje sus maletas en el hotel o en la posada que escogió y vaya directo al “Mercado de los Indios”, que resulta interesantísimo porque allí se reúnen los indígenas de las diferentes etnias, a ofrecer sus productos y artesanías todos los días. Compre cestas yanomamis, o collares piaroas, pulseras guajibas o artesanía yekuana. Usted sabe que no hay viaje sin compras, más aún si viaja con mujeres, así que venga aquí cada día que pase en Puerto Ayacucho, que ellas saldrán encantadas.
Enfrente del mercado se encuentra una joya única en Venezuela: El Museo Etnológico Monseñor Enzo Cecarelli. Aquí hay cuatro salas en las cuales se muestran admirablemente, la forma de vida de las etnias más numerosas del estado Amazonas. Caminando entre sus galerías podrá comprender la diferencia entre una churuata Yekuana, y un shabono Yanomami. También podrá conocer las armas de cacería que utilizan los Piaroas, o los utensilios de los Guajibos para tejer sus cestas. Este museo es un “must” y ninguna visita a Puerto Ayacucho está completa, sin una parada obligada en esta preciosa exhibición de nuestras tradiciones originales. Al salir del museo, a solo una cuadra, se encuentra la Plaza Bolívar y la Catedral de Puerto Ayacucho. La plaza es enorme y la Catedral imponente. Nos recuerda enseguida el rol tan importante que ha tenido la iglesia y sus misiones, en estas selvas venezolanas a través de los tiempos. En esta Catedral hay un cristo crucificado pintado en el techo, que tiene un efecto visual muy curioso, si uno se queda mirando para arriba mientras camina hacia altar.
Después de la Catedral vaya a pasear por los alrededores de Puerto Ayacucho, y visite el balneario de “Pozo Azul”, que es un manantial delicioso lleno de lugareños. También debe visitar el monumento natural “Cerro Pintado”, donde se encuentran los petroglifos más grandes y más antiguos hasta ahora encontrados en Venezuela; tienen más de 5.000 años de antigüedad, y están hechos en una roca altísima. Continúe por esa misma carretera y encontrará la “Piedra de La Tortuga”, enorme y serena. Finalmente llegará al famoso “Tobogán de la Selva”, que es un chorro enorme sobre una laja, desde la cual uno se deja resbalar hasta caer en una piscina natural enorme.
Realmente Puerto Ayacucho es un lugar mágico como no hay otro en Venezuela. Le recomiendo que lo conozca con su pareja o su familia, para que quiera aún más a este bello pedacito de tierra que Dios nos prestó para vivir y morir. Se puede ir por tierra desde Caracas, vía San Fernando de Apure. El trayecto es interesantísimo, porque uno atraviesa gran parte de nuestro territorio, y sobre todo el imponente estado Apure. Además montará su carro en una chalana para cruzar el río Orinoco. El paseo es bonito todo, y toma unas nueve horas manejando constante. Conviasa, teléfono: 0-500-CONVIASA, es la única línea aérea que está volando de Caracas a Puerto Ayacucho, con el servicio más correcto que usted se puede imaginar. Se la recomiendo. La mejor posada de la zona es “Orinoquia”, justo al borde del río Orinoco y propiedad de Cacao Travel, teléfono: (0212) 977.12.34. Esta posada es realmente espectacular, y queda a solo quince minutos de Puerto Ayacucho.
Otra buena opción es la posada Manapiare, teléfono: (0248) 414.94.07, donde el servicio es muy correcto, la piscina pequeña y deliciosa, y las habitaciones muy cómodas. Para comer, el restaurante La Pusana es todo un ícono de la gastronomía en Puerto Ayacucho. Abre de martes a domingo sólo para el almuerzo. Aquí puede probar sabores que no encontrará en ningún otro lugar de Venezuela como el jugo de túpiro, el mañoco, el picante de katara, cabeza de gallo y hasta arañas monas asadas.
No olvide traer mucho protector solar, repelente para insectos, un buen sombrero y un buen libro como “Cartas de una desconocida” de Stephan Zweig, para que comprenda mejor las dimensiones insólitas del amor no correspondido, de la mano de este genio austriaco que puso fin a su vida tristemente en Brasil. Haga “rafting” de aguas bravas por el Orinoco, con Javier Vielma que es un experto conocedor de estas latitudes. Su compañía “Tadae”, queda justo en la Plaza de Los Indios. Pasear por los rápidos de Atures es una experiencia que nunca va a olvidar.

Paris en primavera

Dicen que Paris es la ciudad más romántica que existe en todo el planeta tierra, y en estos juicios no se puede ser objetivo, porque la relación de los viajeros con París es absolutamente pasional y como comenta Hemingway en su obra: París era una fiesta; el que vive en París siendo joven establece una relación muy especial con esta bella ciudad y París le perseguirá vaya donde vaya, hasta el día de su muerte.
En verdad la ciudad es fascinante, el río Sena es sereno y tranquilo, escuchar hablar francés es todo un poema, la forma de los edificios en París, la música francesa, los teatros, los cines de Champs Elysées y todo ese “savoir vivre” francés, se descubre en cada esquina de esa bellísima ciudad luz. Si tuviéramos que asignarle un sexo a París, sería el femenino sin duda alguna, porque Paris sigue siendo la ciudad más “Chic” del mundo, la más elegante, la más sofisticada, donde mejor se come y donde se aprende más viviendo en ella.
París en primavera es diferente, porque es una de las épocas cuando la ciudad muestra en su mejor dimensión. Parece que la ciudad se convirtiera en una mujer desplegando sus mejores encantos, para seducir al hombre que ama. Al llegar al aeropuerto Charles De Gaulle y pasar tan rápidamente la aduana, es inevitable pensar que Somerset Maugham tenía razón cuando comentaba en su novela “El Filo de la Navaja”, que París era la única ciudad civilizada donde podía vivir un hombre.
La historia de la ciudad indica que en el siglo III antes de Cristo, los “Parisi” se instalan en la isla de la “Cité”, donde se encuentra actualmente la catedral Nuestra Señora de París. Después que los romanos vencen a los galos y que los bárbaros destruyen Lutecia, se reconstruye la ciudad con el nombre de Paris, bajo el imperio de Julián, prefecto de los galos. Tantos episodios importantes han pasado en París durante todo este tiempo: Juana de Arco fue herida en la Puerta de Saint Honoré, defendiéndola de los ingleses. Santa Genoveva desvió a Atila de París, Enrique II fue herido de muerte en un torneo, y Enrique IV apuñalado muy cerca del actual Centro Pompidou, a pesar de haber dicho que Paris bien vale una misa, para convertirse al catolicismo. La guillotina quitó la vida a Luís XVI y a María Antonieta en lo que es hoy la Plaza de La Concordia. Napoleón se hizo coronar en Nuestra Señora de Paris, los alemanes la ocuparon y los aliados la liberaron.
Lo cierto es que Paris en esta primavera Paris ofrece unas actividades deliciosas, pero el sólo hecho de caminar a los bordes del río Sena, de tomarse un vino delicioso en cualquier café del barrio latino, o de ir de compras en la rue du Faubourg Saint-Honoré, hacen del viaje a París una experiencia fascinante. Una vez allá vale la pena hacer unos paseos hacia la Catedral de Saint Denis, donde están enterrados los reyes de Francia. También a Chantilly, que es un castillo conservado espectacularmente bien. También piense en un paseo corto al castillo de Fontainebleu, a media hora de París, o a Veaux-le-Vicomte, muy cerca también, donde vivía el famoso Fouquet, ministro de finanzas de Luís XIV y que fue puesto preso por D’Artagnac.
De cualquier manera, ir a Paris en primavera y aprovechar el buen tiempo para hacer estos paseos que le he recomendado, harán que su viaje sea inolvidable y que desee volver siempre con su pareja a esta, la verdadera ciudad más romántica del mundo Para llegar les voy a recomendar viajar por Air France, que es la única línea aérea con vuelos directos a París. El aeropuerto Charles De Gaulle es comodísimo y usted viajará Caracas-París con todo el savoir-faire francés. www.airfrance.com
En cuanto al alojamiento hay un hotelito impecable y sobre todo agradable. El hotel “Devillas” con sólo 40 habitaciones, es “cozy” y con un servicio muy correcto. Además, el precio es de los más honestos que puede conseguir. Está cerca del “Jardin des Plantes” y de la “Gare D’Autsterlitz”. Hotel Devillas 4, boulevard Saint Marcel. Teléfono: 01.43.31.37.50, www.hoteldevillas.com Mejor ubicado todavía, en pleno barrio latino, se encuentra el “Hotel du College de France”, que con sus 29 habitaciones muy bien decoradas se caracteriza por ser una empresa familiar, con la calidad de servicio que usted busca. Hotel du College de France 7, rue Thenard. Paris V. Teléfono: 01.43.26.78.36, www.hotel-collegedefrance.com
En París hay tantos lugares buenos para comer, que siempre es difícil escoger unos pocos restaurantes. Provoca ir a todos, pero hoy les voy a recomendar un pequeño bistró lleno de franceses y muy pocos turistas. Se llama “L’Epi Dupin” y sirven un menú delicioso por 20 a 30 euros. Incluye queso francés y ofrece langostinos en tempura o riñon caramelizado. L’Epi Dupin 11, rue Dupin, Paris VI. Teléfono: 01.42.22.64.56, lepidupin@wanadoo.fr Si quiere algo más sofisticado vaya al “Atelier de Joel Robuchon”. Es una barra enorme, que da la vuelta al restaurante y la cocina es a la plancha, informal y perfecta. L’Atelier de Joel Robuchon 5, rue Montalembert, en el hotel Pont Royal, Paris VII. Teléfono: 01.42.22.56.56, www.joelrobuchon.com Carta: 35-95 euros.
Para comprar vaya al mercado de las pulgas de la “Porte de Clignancourt” sigue siendo fabuloso. En la sección de anticuarios se puede encontrar a Catherine Renueve, que es asidua a este mercado. Galerías Lafayette y Printemps, son las tiendas por departamento más apreciadas por los venezolanos, y están situadas en el boulevard Haussmann. Son muy buenas ambas.
No olvide visitar el Museo del Louvre, para que aprecie a la Mona Lisa, el Código de Hammurabi, la Victoria de Samotracia y la Venus de Milo. Acercarse al “Musée D’Orsay”, para que admire las espectaculares obras de los impresionistas franceses Monet, Degas y otros. Vaya al Museo Rodin, para que pasee por sus jardines, entre la escultura de El Pensador y Los Burgueses de Calais. Visite también la tumba de Napoleón, detrás de la explanada de los Inválidos y no se pierda el Museo de Historia Natural, ubicado en el “Jardin des Plantes” o jardín botánico de Paris.
alvaromont@gmail.com

martes, 8 de marzo de 2016

Cartagena de Indias

Uno de los mejores viajes que usted puede hacer en toda su vida, es ir a conocer la ciudad de Cartagena de Indias. Se sorprenderá con las calles y colores de la ciudad amurallada, además de la amabilidad de su gente.
Cartagena de Indias fue fundada en la costa norte de Colombia por Don Pedro Heredia, el primero de Junio de 1.533 con el nombre de “Cartagena del Poniente”, para diferenciarla de la Cartagena española. La ciudad se convirtió con los años en un activo puerto comercial, por su cercanía a la desembocadura del río Magdalena, que da acceso a la Nueva Granada profunda, y también a Panamá, donde transbordaban los tesoros del Perú hacia España.
Esa gran actividad comercial hizo que Cartagena fuera azotada por numerosas invasiones piratas como la del Barón de Pointis en 1.697, que la dejó arruinada. Francis Drake, John Hawkins y todos los filibusteros del Caribe, veían a Cartagena como un depósito de tesoros, que había que saquear cada vez que se llenara. Llegue a Cartagena y luego de dejar el equipaje en el hotel, animado con un estado de ánimo repleto de ilusión, recorra a pie el centro de la ciudad amurallada. Todo el paseo le parecerá una experiencia deliciosa y le hará descubrir secretos ancestrales de la conquista española. El centro histórico de Cartagena se parece un poco al caso histórico de Coro, pero mucho más grande y monumental.
Visite la Plaza de La Aduana, imponente y alegre. Luego vaya a la Casa del Marqués de Valdehoyos, espectacular casona colonial donde Bolívar pasó sus últimas noches antes de irse a morir en Santa Marta. También conozca la Iglesia de Santo Domingo, sublime y herida por las marcas de tantos incendios y tantas invasiones. Después camine a la Catedral de Cartagena, imponente iglesia que el pirata Francis Drake ordenó destruir, sin mucho éxito gracias a Dios. Haga una pausa para tomarse un refresco en un café de la Plaza de Los Coches, y al rato continúe su paseo para encontrar el Museo del Oro, interesante pero menos imponente que el de Bogotá o el de Lima.
Después vaya al Convento de San Agustín, precioso alojamiento de la Universidad de Cartagena. Camine hacia el Convento de San Francisco, donde en 1.610 se instaló el Tribunal de la Inquisición para toda esta zona de América, incluyendo Venezuela. Finalmente este paseo le llevará al último Palacio de La Inquisición, restaurado con el patrocinio de España y donde funcionó este temible tribunal, hasta su desaparición con la independencia.
Al final del día vale la pena acercarse a Las Bóvedas, que es un espléndido conjunto de 47 arcos y 23 bóvedas adosadas a las murallas exteriores, y que hoy albergan numerosas tiendas de artesanías, de antigüedades, bares y galerías de arte.
Después de regalarse con tantas obras maestras de la arquitectura colonial y de pastorear el tiempo pasado con su imaginación, tome un aperitivo en el bar del hotel Santa Clara: El Coro, el cual está situado a un costado de lo que fue un día la capilla. Hoy la vieja capilla es un salón de bodas y banquetes, donde prominentes colombianos celebran sus bodas, como lo hizo el piloto de carreras Juan Pablo Montoya. El bar tiene incluso una cripta en el subsuelo, a la cual se accede por una pequeña escalera situada en el centro del local. Hay que confesar que estas viejas paredes infunden espanto, al caer las telarañas de la noche. Parece que fueran a salir las monjas de cualquier rincón de este hotel que fue un convento, rezando sus oraciones con calma sobrenatural como lo hacían en la época de la colonia.
Cuando la alegría le invada, déjese envolver en el aire suave de las noches costeñas y vaya a cenar a un restaurante delicioso: La Vitrola. Allí pasará una velada llena de momentos de complicidad y sonrisas. Cartagena es una ciudad donde sentirá toda la ilusión que existe en el Caribe y donde pasará los momentos más alegres y románticos con su pareja. Invítela apenas puedas y participen juntos de la irresistible felicidad que produce Cartagena.
Para llegar vuele por Avianca, www.avianca.com, teléfono: (0212) 953.91.02, vuela desde Maiquetía hacia Bogotá, para continuar con conexiones hasta Cartagena. El Hotel Convento Santa Clara es sensacional, volverá una y otra vez a esta noble construcción, sobre todo a la sección vieja, encima del claustro del convento. Hotel Convento Santa Clara Plaza San Diego Carrera 8, # 39-29 Teléfono: (575)664.60.70 www.sofitel.com
El hotel Charleston Cartagena es también espectacular, pero queda un poquito retirado dentro de la ciudad amurallada. Hotel Charleston Plaza Santa Teresa Carrera 3ª, #31-23 Teléfono: (575)664.94.94 www.hotelcharlestonsantateresa.com Para comer La Vitrola es un restaurante muy recomendable de Cartagena. Música en vivo, ambiente jovial, simpático y con servicio impecable. Además, sus precios son honestos. La Vitrola Calle Baloco, #33 2-01 Teléfono: (575)664.82.43 La Tinaja es un restaurante de comida criolla costeña, en donde encontrará presentado de una manera sublime pero sencilla, los contrastes de sabores dulces y salados que tanto marcan la gastronomía de esta región de Colombia; el arroz con coco aquí es sensacional. La Tinaja La Mantua, carrera 10, Lt 46, teléfono: (575)664.10.19 Para comprar en todo el centro de la ciudad amurallada hay joyerías y ventas de oro y esmeraldas colombianas. Las bóvedas es ideal para comprar artesanía. También hay muy buenas librerías en Cartagena, donde podrá conseguir ejemplares clásicos muy difíciles de encontrar en Venezuela.
No olvide llevar ropa fresca, protector solar y traje de baño. Visitar el Castillo de San Felipe, el más grande de Sudamérica. Tomar un trago con su pareja, en el Café Santo Domingo, en la plaza del mismo nombre. Traer su cámara fotográfica, para que capture las imágenes de este Patrimonio Histórico y Cultural de la UNESCO, en todas sus dimensiones. Llevarse a Gabriel García Márquez y su “Amor en tiempos de Cólera”, para que se sitúes con propiedad, en esta bella región de Colombia.

domingo, 6 de marzo de 2016

Los Viajes de Montenegro hoy en El Universal....Semana Santa en Venezuela.....

Devoción con mucha fe: En Venezuela se celebra la Semana Santa desde los tiempos de la colonia, y siempre ha formado parte importante de nuestras tradiciones religiosas.
Antes no se viajaba en esta temporada, pero con el mundo moderno y la masificación, los venezolanos (...)